Lo dijo el psicólogo Jorge Garaventa. “Sufren de estrés post-traumático”, explicó según informa el Diario Crónica.
Garaventa habló con Crónica.
“Estos hechos generan una situación de terror extrema. En la persona que lo padece, las sensaciones de angustia son muy superiores a lo que puede procesar, y por lo tanto queda atrapada en un cuadro de estrés post traumático cuya consecuencia más evidente es que la situación vivida puede ser revivida, con o sin estímulo anterior, como si estuviera ocurriendo en este momento”, explica a “Crónica” el psicólogo
Jorge Garaventa, interesado en temas psicosociales. “Estamos ante situaciones de padecimiento extremo que al niño le hacen sentir la pérdida de todas sus seguridades y al adulto lo retrotraen precisamente a situaciones infantiles de indefensión”, agrega.
A partir de los hechos de los últimos días en que familias fueron asaltadas en sus casas, donde había niños pequeños a quienes amenazaron para sacarles más dinero, con secuestrarlos o les apuntaron. Desde lo psicológico:
¿Que trauma puede quedar en una persona que pasó por un hecho de inseguridad
grave?
Estos hechos generan una situación de terror extrema. En la persona que lo padece las sensaciones de angustia son muy superiores a lo que puede procesar y por lo tanto queda atrapada en un cuadro de estrés post traumático cuya consecuencia mas evidente es que la situación vivida puede ser revivida, con o sin estímulo anterior, como si estuviera ocurriendo en este momento. Mas allá del nombre que se le pueda poner, estamos ante situaciones de padecimiento extremo que al niño le hacen sentir la pérdida de todas sus seguridades y al adulto lo retrotraen precisamente a situaciones infantiles de indefensión.
¿Qué es lo que debe hacer para superarlo?
Obviamente el camino indicado es un proceso terapéutico que le permita procesar lo vivido y que apunte a rearmar los mecanismos de supervivencia y seguridad que han quedado rotos o dañados. Si bien se pueden pensar reacciones típicas, lo cierto es que en estas situaciones cada uno reacciona de acuerdo a su historia y personalidad por lo cual el daño puede ser diferente según quien haya atravesado por la situación.
Los niños, al tener una estructura psíquica en plena formación y dependiente de los adultos se verán seguramente mas afectados. El agravante es que probablemente han visto que las figuras adultas protectoras han perdido también el control de la situación y de si mismos, la cual los reduce a una situación de indefensión extrema.
¿Como debe manejar el tema la familia en su totalidad?
Se deben dar señales claras de atención, cuidado y comprensión hacia los afectados, sean estos adultos o niños, (recalco que un adulto en estas circunstancias suele quedar remitido a escenas de niñez desprotegida). La situación es difícil de reequilibrar, por lo cual los adultos que han estado fuera de la escena toman un rol preponderante. Decíamos que lo que ocurrió no permitió reaccionar adecuadamente ya que la psiquis fue sobrepasada por la angustia. Que quien lo vivió pueda hablar sobre el tema es una de las formas de ir procesándolo, pero es fundamental respetarle los tiempos. Los mecanismos evasivos tipo: olvidate, ya pasó, pensá en otra cosa, suelen ser contraproducentes ya que no permiten el adecuado drenaje de la angustia.
¿Que secuelas pueden quedar?
Si bien depende de características psíquicas de cada uno, la mayoría de las personas adultas sufre secuelas temporarias bastante similares a los accesos de angustia que popularmente se conocen como fobias o ataques de pánico. En un tiempo se supone que ha de recuperar su cotidiano funcionamiento aunque suele quedar una sensación de inseguridad interna que puede llevar a que en determinadas situaciones se disparen rápidamente las señales de angustia aún cuando la circunstancia no amerite tal reacción.
Hay que recordar que el criterio de realidad suele estar mas relacionado con la historia interna y las relaciones intra personales que con el afuera.
En los niños depende bastante de la reacción del entorno. Si se ha logrado un marco de confianza para que este exprese sus emociones y siente que se ha recompuesto la protección adulta, el pronóstico es alentador. No obstante siempre es aconsejable un proceso terapéutico que pueda determinar el grado de afección. No obstante hay que tener en cuenta que lo que el niño necesita en lo inmediato es el cariño de los allegados y no que salgan corriendo a buscarle un psicólogo que en una primera instancia sería un extraño más. Si sería beneficioso que los adultos consultaran sobre los pasos a seguir.
¿Es importante que se hable del tema?
Es fundamental que la persona que padeció el trauma pueda hablar del tema. Forma parte del proceso de recuperación. Esto no debe ser forzado. Por eso hablamos de respetar los tiempos de quien ha sido afectado. O se da una situación espontánea o hay que facilitarla con sumo cuidado.
¿Que se debe hacer con los niños que estuvieron expuestos a una situación de
violencia delictiva?
Ayudarlos, con protección, cuidado y acompañamiento a reconstruir los esquemas de seguridad que permiten su interacción con el mundo. Insisto en la fuerza de la palabra y los gestos de cariño. El niño no necesita creer que los demás no tuvieron miedo sino que más allá de ese miedo pueden seguir protegiéndolo.
Cuando se habla de sensación de inseguridad. ¿Hay personas que a partir de lo
que le pasan a otras o lo que miran por TV pueden sentirlas?
La televisión se ha convertido en un miembro más de la familia y su presencia y decires produce efectos. A partir de hechos de inseguridad los medios pueden disparar situaciones generalizadas de que nada puede hacerse para evitar pasar por ello. Nos encontramos entonces con personas que por sus características psíquicas pueden padecer trastornos similares a los de quienes atravesaron por hechos delictivos.
Más allá de la política de medios, es responsabilidad del consumidor responsable, el uso que se hace de ellos.
Cuanto pueden repercurtir la inseguridad en el psiquismo de las personas?
La inseguridad, referida a hechos delictivos directos produce secuelas traumáticas de distinto tenor tanto como otras inseguridades. La inseguridad alimentaria, la habitacional, la laboral, para citar algunas de las que padece la sociedad actual producen también efectos nocivos de difícil resolución que suelen ser desatendidos ya que su ocurrencia no tiene la espectacularidad ni la inmediatez de un asalto, pero que es un drenaje constante de la salud psíquica y social.
¿Es un tema que llega a los consultorios?
Llegan a los consultorios más frecuentemente víctimas de la generalizada
sensación de inseguridad que afectados directos por hechos delictivos. De
cualquiera de las dos formas, es una presencia cada vez mas frecuente.