Amarillo en el Medio, Rojo por Fuera
Sobre la Estética de la Morbosidad en los Medios
Jorge Garaventa
Se muere mirando el noticiero, mientras cuentan como le dancasa…
Blues del Noticiero- Indio Solari
El amarillismo en los medios de comunicación masiva, conlleva en si mismo una
seria contradicción, más cercana a la hipocresía que al conflicto intelectual:
mucha gente que lo consume, lo critica, mucha gente que lo critica, no cesa de
consumirlo. En otros tiempos este estilo era exclusivo de los medios gráficos,
de algunos, y fueron por entonces, “Crónica” y “Así” sus estandartes. El diario
de Héctor Ricardo García inundaba tardes y mañanas en dos ediciones cuyos
titulares eran vociferados por canillitas en las esquinas porteñas…en minutos,
cada edición se agotaba. Se lo suponía periodismo marginal pero por lejos, era
el diario más leído. Esto nos permite una primeraconclusión, para nada pequeña:
el amarillismo genera un consumo vergonzante de sus productos. La llegada de lo
audiovisual actuó de catalizador y, rápidamente el estilo que nos ocupa es el
componente más grueso de la estética de la televisión.
Hay discusiones que a esta altura se vuelven anodinas porque la llegada de la
televisión por cable y su prepotente ingreso en los hogares da por natural lo
que corresponde a planificaciones de captura de espectadores porun lado pero
también a componentes que tienen que ver con el cambio de época por otro. Tal
vez la muerte de las ideologías fue una aseveración tan exagerada como la que
denunciaba Mark Twain cuando un medio norteamericano hablo de sufallecimiento.
Lo cierto es que hay que ser muy negador para no aceptar que uno anda tropezando
con cadáveres todo el tiempo, frase que viene bien para ponerse a tono con el
estilo que denunciamos.
La ley de medios audiovisuales no será eje en este análisis. La reclamamos desde
mucho antes de que se constituyera en política de Estado. Lamentamos, eso si,
que a cuatro años de su sanción, lo que podría haberse articulado, más allá de
medidas cautelares, siga aún inexplicablemente en veremos. Esto pone en tela de
juicio las genuinas intenciones de modificar seriamente las políticas de medios
audiovisuales y el ineludible destino de que la comunicación y la información,
sean públicas o privadas, esté en función social.Para arribar a este estado no
solo se necesitan leyes y fallos sino generosidad política. Veremos.
Pero ¿a que viene la alusión a la tristemente trabada norma? A que sin dudas
cuando funcione traerá aire fresco pero difícilmente produzca novedades en los
colores de las pantallas.
Ha quedado un poco atrás aquella tan tajante afirmación de que los medios crean
agenda y van formando al usuario. La situación se ha tornado bastante más
compleja que cuando eran díadas: televisión- televidente, medio gráfico- lector,
radio-oyente..
La liberalización de los medios en los 90 implicó la trituración sin más, de
éticas y morales. La calidad pasó a ser un elemento secundario y el rating, el
rey de reyes. Alguien descubrió en el camino que, como decíamos mas arriba, no
era cuestión de educar al soberano, sino de buscar sus puntos más débiles, los
más negados, los mas lúbricos. Nace así la estética de la morbosidad del
usuario. Nada nuevo, solo que aquí se sistematiza.
Los medios, pero la televisión, específicamente, y recurriendo a términos
callejeros, no diseña el morbo del televidente sino que hace sinapsis con él, lo
redescubre, lo pone en acción, inventa poco.
Hablar solo de televisión en relación a esta temática es incompleto ya que lo
audiovisual es hoy un ramillete, o mas precisamente un entramado. Los
multimedios han devenido en redes de difusión ideológica e interactúan en
consecuencia.
Lo escabroso, lo siniestro, lo horroroso, convocan desde lo más profundo de las
estructuraciones psíquicas. No hay nobles sentimientos en la contemplación casi
religiosa de la obscenidad ofrecida a nuestras pupilas.Sangre y violencia se
exhiben hasta el hartazgo, casi hasta la naturalización.Y de la naturalización
al ejercicio lúdico de la violencia hay un paso. En esta danza oscura, los
medios recrean sus propios productos y con semblante inocente se lamentan de la
creciente violencia y de la inseguridad consecuente.
Probablemente no estén en condiciones de hacer algo diverso,pero lo cierto es
que el amarillismo violento, el que deviene rojo sangre se sostiene porque hay
quien lo sostenga. La pornografía de las violencias es una serpiente de dos
cabezas, y ninguno de los polos tiene crédito para presumirse inocente…menos
aún, víctima.
Sólo con el fin de ejemplificar citamos algunos títulos dedesarrollos
noticiosos:
“Las fotos más impactantes de cómo hallaron a Ángeles entre la basura”
“imágenes exclusivas de una niña de 12 años golpeada por ser linda. Mirá el
video”
“Mirá en el video el momento en el que xx pierde 3 dientes”
“En exclusivo, imágenes del momento que matan al hincha”
“Video del asesinato del corresponsal de guerra”
“Imágenes de la muerte del jugador en pleno partido”
“Un video muestra la ejecución sumaria de soldados en Siria”
“el momento en que ahorcan violadores en China”
“Imágenes inéditas de ejecuciones sumarias en Vietnam”
Todos estos títulos son reales y actuales, corresponden a videos, y han sido
rastreados en páginas web de canales de televisión o de diarios de circulación
masiva. La mayoría de las filmaciones, (sólo tomamos una muestra al azar),están
alojados en espacios propios de los medios, o en Youtube. Asombra la cantidad de
visitas que reciben, el alto número de reproducciones. Y asombra, precisamente
porque abona nuestra teoría del sostén voluntario de la estética de la
morbosidad, mas allá de lo razonablemente discutible que sea el conceptode “lo
voluntario”
¿Desde donde convoca o se convoca este placer por lo escabroso,por lo mutilado,
por el sufrimiento del otro, por el desecho, por los cuerpos destrozados, por
los detalles hasta más sutiles de las violencias sexuales, de las torturas?
Pareciera que todo lo visual, todo lo auditivo que contenga lo horroroso genera
una atracción ineludible.
Algunas veces hablábamos, tal vez algo dice, pero no todo, del alivio que genera
el dolor, el destrozo, el descuartizamiento, el sufrimiento,en cuerpo ajeno,
porque a veces, no siempre, se trata de la certeza de que lepasa al otro…aunque
otras, abre las posibilidades de la proximidad, y se establece el universo de
las fobias sociales, de esas imágenes que no cesan de presentarse y que tanto
atraen.
Sin embargo, es difícil no pensar estas atracciones desde estos tiempos de
pulsiones agresivas sin freno,
No estamos entonces solo ante el alivio que genera que el sufrimiento no sea el
nuestro, sino ante el placer sádico que produce el dolor del otro, sadismo que a
veces se recarga en una sociedad que no se priva de crueldades.
*psicólogo