“Se me fue la mano”
Crónica de violencia machista
Jorge Garaventa*
La espectacularidad del horrible crimen del adolescente de Pergamino, la
ferocidad del asesino, nos obturó un poco la posibilidad de hacer algunas
consideraciones sobre un caso muy emparentado con la violencia de género que nos
viene ocupando y preocupando, no solo en su ocurrencia sino en su crecimiento
exponencial.
La crónica cuenta que Norberto Núñez, un hombre de 46 años encuentra a su hija
de 14 años durmiendo con Iván Hortiguera, un adolescente de 16 años. Aunque
debiera ser un detalle sin relevancia, ya que de no ser así implicaría que en
esas circunstancias la reacción del padre se hubiera justificado, también cuenta
la crónica que ambos adolescentes estaban vestidos. Según consta, el hombre, que
no aprobaba la relación, porque su hija era una niña aún, golpeó a Iván durante
más de una hora y le produjo, entre otras lesiones de importancia, fractura de
tabique nasal y mandíbula. Luego llevó al joven, casi inconciente, hacia el
balcón, y lo arrojó desde el sexto piso. Como toda explicación el asesino
manifestó que no pudo manejar sus impulsos y que se le fue la mano (estuvo bien
pero debería haber sido más suave). No hubo signos de arrepentimiento. Sólo la
muerte lava el honor mancillado. Bastante buena voluntad mostró al no matar a la
impura. Su hija incumplió reglas que ese Padre Padrone, hijo dilecto y actor
principal de la cultura patriarcal, no puede tolerar en una mujer, y menos aún
en una hija; la osadía de la desobediencia al padre todo poderoso y omnímodo, y
la pretensión de autonomía afectiva y sexual.
La Justicia, con muy buen criterio, condena a Núñez a prisión perpetua, me temo
que por la espectacularidad del asesinato, no por el resto de las cuestiones que
intentamos desentrañar aquí.
Es cierto que no es poco, es verdad que se hace camino al andar y que venimos
andando, pero no menos real es que el recorrido se torna cada vez más rojo,
asfaltado por tanta sangre inocente, por tanta muerte incomprensible y evitable.
Con dolor, reafirmamos que el machismo sigue matando…
*psicólogo