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Día del Niño- Agencia de Noticias Telam

Es cierto que la oferta y la demanda alrededor del día del niño ha sido copado casi en exclusividad por los avances tecnológicos, especialmente los cibernéticos. Para los adultos es una situación difícil ya que pese a la convicción de que este mundo tecnológico es “natural” para la niñez, ya que es el escenario en el que se van desarrollando, no se debe olvidar que estamos ante un individuo en formación y la orientación es central.

Con la aparición de la gripe A este mundo infantil de juegos y comunicaciones mediatizados por la tecnología resultó útil, pero mirando mas allá de esa contingencia es necesario mirar los riesgos.

No es cierto que esté en juego el desarrollo de las capacidades intelectuales; muy por el contrario, hay una niñez con un sobre estímulo desde lo intelectual- cerebral que a una mirada adulta puede producirle enamoramientos y rechazos.

La adquisición de objetos para regalo del día del niño puede precisamente albergar estas contradicciones que deben resolverse adecuadamente en los padres para no obturar su rol indelegable de guía en el crecimiento.

La abundancia de tecnología y la hipercomunicación cibernética conllevan riesgos de un como si. La tarea adulta es ayudar a implementar el uso de estos “aparatos” como complemento de la acción humana y no como reemplazo, que es a lo que generalmente apunta la publicidad, agudizada por estas épocas.

Padres y maestros podrían utilizar los pretextos que estas fechas convocan, precisamente para concientizar sobre el uso adecuado de la tecnología como auxiliar de la vida y sus avatares.

Tan negativo como el consumismo tecnológico  puede llegar a ser el tránsito al margen de ello.

La tecnología de avanzada ha llegado para quedarse, ni brecha ni invasión son lo adecuado. Aún algo tan simple como pensar un regalo ha de hacerse desde la responsabilidad. Acompañar  a un hijo en el camino del uso responsable de la tecnología es una pedagogía de ida y vuelta. Sobre todo porque también para el adulto es un mundo nuevo que invita al exceso y la distracción de la lucha cotidiana por la vida.

 

Jorge Garaventa, psicólogo